En una charla entretenida, el Comodoro (R) Luis Alberto “Laser” Briatore, explicó los pormenores que debe vivir un piloto de combate.
El sábado 29 de marzo, comenzaron las actividades del Museo Nacional de Aeronáutica (MNA) con la primera charla del año. En esta oportunidad, recibimos al Comodoro (R) Luis Alberto “Laser” Briatore, quien desde hace dos años se presenta periódicamente en nuestras instalaciones para brindar charlas informativas sobre cómo es la vida de un piloto de combate, su formación, el vuelo en formación, vuelos acrobáticos y emergencias aéreas.
En una mañana cálida y ante un numeroso público, al pie del legendario Dassault Mirage IIIEA (I-011), se desarrolló la charla.
“La libreta de procedimientos la llevamos en el bolsillo del anti G pero no la abrimos porque a las emergencias, un piloto de combate las estudia como una poesía. Cuando hay una emergencia uno tiene que gerenciar la cabina muy rápidamente. Estudiamos en todos lados y nos transformamos en poetas de los procedimientos de emergencia”, comenzó Luis y agregó: “Esto es un trabajo en equipo, no trabajamos solos. No es el piloto y el avión, sino que hay un equipo de gente alrededor que está atento”.
Problemas en la puesta en marcha (puesta en marcha fallida), pérdida de compresor en tierra y en vuelo, reventón de cubierta en el despegue, impacto contra pájaros, volar dentro de una tormenta, pérdida de combustible, tirabuzón chato o normal, vuelo en paracaídas, fallas en el tren de aterrizaje y eyección fueron las emergencias que explicó en detalle con un lenguaje accesible para todos.
“En 1998, realizando un vuelo de prueba en Mirage, al bajar el tren de aterrizaje, baja solo una rueda a mitad de camino y, además, se prendieron las luces de los hidráulicos. El tren de emergencia también falló. Y ahí, sabía que era para eyección (...) Preparé todo para realizar una eyección controlada donde no pudiera hacerle daño a nadie y caer de forma segura. Informé a la torre de vuelo, eyecté la cúpula, me acomodé la columna en el asiento, paré el motor y tiré la manija superior. No sabía si estaba vivo o muerto, era como un sueño. Después, comenzó otra aventura que era caer sin matarme”, manifestó sobre lo que él denomina “la prueba final como piloto”.
Finalmente, llegó el momento más esperado para todos: el comodoro subió al avión y simuló las emergencias explicadas anteriormente. Luego, el público tuvo la oportunidad de realizarle preguntas.
Fiel a su estilo, y como realiza en cada visita, la charla finalizó con un fuerte grito de “Viva la Patria”, aplausos y una foto grupal entre el expositor y el público visitante.
FOTOGRAFÍAS: Ailén Díaz
DEPARTAMENTO RELACIONES PÚBLICAS MNA - 03-04-2025